Sunday, November 30, 2008
Hoy la luna me sonrió. A veces me sorprende su habilidad para mostrar los dientes y evocar a gatos con cualidad de desaparecer sus partes. Hoy la luna se colocó estratégicamente en frente de mi ojos; la luna es presumida y gusta de burlarse de los que nos atoramos en el tráfico y lloramos de vez en cuando y casi siempre. Hoy la luna se burló de mí; me veía con sus ojos de estrella y me recordó aquella sonrisa que un día un gato de cuento provocó al mostrarme la suya. Hoy la luna me provocó ganas de mudarme de mundo (quizás a algún cuento).
Thursday, November 27, 2008
Los niños son deliciosos. Saben un poco a pollo y casi a nada de pescado. Sus madres los ponen gordos gordos y bien presentados para la cena: limpiecitos y envueltos con pantalones y camisas ¡cómo el mejor regalo de alguna tienda muy cara! Lo mejor es agarrarlos en la playa; así están más tostados y crujientes. Me gustan a termino medio: quemaditos por fuera pero que al cortarlos la sangre escurra. Los niños de madres pobres no son tan sabrosos; no están tan gordos y saben medio insípidos. En cambio los hijos de las madres ricas están muy bien sazonados: con especias de otros países y pasteles los días de sus cumpleaños. Lo mejor es agarrarlos después de los ocho pero antes de los doce. Es su mejor época: justo antes de que el brazo derecho decida querer ser independiente y crecer más que el izquierdo. ¡Y ni hablar de la nariz!… Una nariz en su sitio sabe más rica que una que quiere parecerse a las zanahorias. Esto del vegetarismo no es para mí.
Tuesday, November 18, 2008
Viento. Mucho viento. Viento viento viento. Una ráfaga de viento. Más viento
y fue cuando ocurrió:
el vestido subió más arriba de sus rodillas pero más abajo que su ombligo.
Maresa Di Giorgio
Bajó una mariposa a un lugar oscuro; al parecer, de
hermosos colores; no se distinguía bien. La niña más chica
creyó que era una muñeca rarísima y la pidió; los otros
niños dijeron: -Bajo las alas hay un hombre.
Yo dije: -Sí, su cuerpo parece un hombrecito.
Pero, ellos aclararon que era un hombre de tamaño natural.
Me arrodillé y vi. Era verdad lo que decían los niños. ¿Cómo
cabía un hombre de tamaño normal bajo las alitas?
Llamamos a un vecino. Trajo una pinza. Sacó las alas. Y un
hombre alto se irguió y se marchó.
Y esto que parece casi increíble, luego fue pintado
prodigiosamente en una caja
Wednesday, November 5, 2008
Tengo muchas ganas de ir al mar
De ir por sal
De escuchar un caracol
Tengo muchas ganas de jugar
Con las olas
Con la arena
Con el ombligo puesto en libertad
Tengo muchas ganas de nadar
De bailar
Nadar
Bailar
Nadar, nadar, nadar, nadar, nadar, nadar
¿Me saldrá cola de pescado?
Tengo muchas ganas de ser sirena
De comer cangrejos
De enamorar...
(Tengo también ganas de cantar
bonito)
A lo lejos un castillo se cae
y de cerca se vuelve a construir.
Las orquídeas planean
la ubicación de las ventanas,
un helecho coloca la puerta
aquellos árboles:
columnas.
A lo lejos mi piernas se caen
y muy juntos, muy cerca
decidimos colocar cortinas.