Saturday, February 28, 2009

Imaginar

Imaginar es complicado. Es dibujar con colores que no existen y sobre un papel que no acepta los pinceles. Se imagina con las manos. Soñar es más fácil porque si te da miedo no te acuerdas. Imaginar que sonríes morado y que ríes azul. Que los pájaros se meten por tu garganta y se transforman en mariposas que escapan por los ojos. Verdes. Imaginar es complicado porque se confunde con lo gris del paisaje y te hace creer que en verdad vuelas y que los colores sí existen. Imaginar es triste porque siempre hay alguna pelota que te pega y te regresa a la niebla.

Sunday, February 1, 2009

Un día, un mes, un año. Hoy.

Alguien. Dos puntos
y una historia.
Un estoy bien, la vida no me ha tirado de las escaleras. Todavía. Aunque hay razones para sospechar que lo planea.
(Un decir entre líneas que extraño, que quiero, que “algo” hace falta).
Aquí todo igual es hablar de monotonía, de cosas que no cambiaron y que se quedaron porque el sillón es cómodo y el perro casi no ladra. Gente que cree que estoy loca, y les da risa. Un salud mientras no haya lágrimas, una risa aunque sea fingida. Calma. Café y una película. La vida afuera es muy ruidosa: coches y personas que hablan un idioma muy distinto. Pero bien, estoy bien y no hay cambios. Escribo porque ya no creo en los reyes magos pero sí en las hadas. Escribo porque nadie entiende que las nubes se hicieron para tocarlas, que el chocolate existe para comerlo y no para negarse con las dietas. Porque el amarillo sí combina con el morado, porque las maleta se hacen para olvidar cosas y aprender a vivir sin ellas. Escribo porque los libros con dibujos no son sólo para niños y porque el café a veces, sólo a veces, sabe mejor solo. Solo de azúcar y solo de palabras. (Me gusta pensar en francés aunque no sepa hablarlo muy bien). Saludos a todos. No escribo nombres, para no olvidar a alguien que no se note mucho. Escribo y sé que no importa. Estoy bien. Nada más.
Besos, cuidados y hasta luegos.

Mi nombre
y no hay posdatas.

No las veo. Las perdí. Caminaba por el parque y las sentía atrás… pero no. No sé donde están. Se fueron.
No sé donde buscarlas pues no sé si en verdad existieron. Estoy sola y ya no es un parque sin un bosque. Un bosque encantado: oscuro, con niebla y con el castillo de una bruja que no sé si sea buena o mala. Veo mis pies y no tengo zapatos rojos. Estoy perdida y ellas no están.
Yo y la bruja.
¿Habrá un camino?



(Nubes)




Me aleje y vi todo desde arriba. El castillo era muy alto y volé cerca de la torre. El ejercito de la reina más que monstruos parecían soldaditos de plomo.
Yo me sentía pájaro.
Choque con uno azul y me di cuenta que para estar en las nubes hay que tener cuidado, sobre todo si no eres ave. La bruja me vio por la ventana. A ellas nunca las vi. Nunca sabrá si era buena o mala. Nunca sabré si en verdad estaban detrás de mi.