Monday, April 28, 2008
En estos días
Hay flores que se abren y libros que se cierran.
En estos días
Hay viejos que nacen y niños que se mueren.
En estos días
Hay canceres que matan a las que no estamos enfermas
Y es que en estos días
Una llora más
Lágrimas que no son por ella.
Mi mente se encuentra perdida
En mares que no conozco.
Mi locura saca de la bolsa dos paraguas
Uno para cada ojo.
En estos días
Llueve
Llueve sal y no es de risa.
La luna se esconde en la niebla
Niebla que sólo existe en la mente de unos cuantos:
Los tristes.
Lunas que se deprimen.
Lunas que no lloran.
En estos días pienso mojada
Sin ganas de hacer nada
Y ganas de hacer todo
Para no pensar tragedias.
En estos días mi cara sabe a sal
Ayer sabía a naranja
Y mañana…
En estos días, anhelo los mañanas.
Hoy maté
mientras ponía en orden mi cuarto.
Maté 3 mujeres y 1 hombre.
La cama tendida y la ropa doblada.
(Mis ganas,mis alas, mis uñas. Un sueño)
Cuerpos escondidos en el cajón vacío
donde solían estar los antifaces
y la cajita de los recuerdos de la abuela.
Mi zapato se rompió cuando escuché.
Mis pies dolían de bailar
y mis ojos de aguantar.
Me quiero saltar los días
adelantar.
El no saber a veces vuelve
los sueños en pesadillas.
Wednesday, April 23, 2008
Un latte. El olor camina por la nariz hasta llegar a la boca y vuelve a salir por las orejas. Después… un trago. Amargo y caliente. La lengua me reclama un poco ese trago apresurado, pero me perdona rápido anhelando otro. Otro trago, traguito. El café sabe mejor a traguitos.
Un latte. A veces pido espresso, no siempre porque me molesta que te lo den en tazas tan chiquitas. Me gusta que las tazas sean grandes y que la espuma se asome. Me gusta agarrar la taza con las dos manos. Me gusta el café en taza. Me gusta el café caliente y a traguitos. Me gusta la espuma y me gusta tomar el café sin azúcar, me gusta su sabor, me gusta el café: olor y sabor. Azúcar no.
Me gusta. Me gusta que me guste pero no me gusta necesitarlo. Lo necesito.
Espuma, la espuma me gusta mucho y cuando la decoran con canela me gusta más. No me gusta quemarme ni los cafés tan dulces. Me gusta caminar con café , me gusta leer con café, me gusta platicar con café. Me gusta que me guste la espuma y me gusta meter la nariz a la taza y tocarla, la espuma.
No me gusta quemarme. No me gusta necesitarlo. Necesitar algo, necesitar a alguien. Necesitar caminar, un libro, platicar. Me gusta pero no me gusta necesitar. Me gustas tú y tu platica cuando tomamos café. Me gustan los libros que lees y que me los antojes. Me gusta antojarte. Me gustas, pero no me gusta necesitarte. Me gusta, también, no conocerte… así eres muchos y cuando no puedo evitar necesitar (aunque no me guste) te puedo encontrar más fácil escondido tras una taza de café. Sólo necesito probar que no le hayas puesto azúcar. El azúcar en el café no me gusta. Las tazas grandes con espuma… me encantan.
Monday, April 21, 2008
Sueña en volar
(espacio para volar)
¿te dio frío?
Labels: imaginación
Convencida de que vivo en el lugar y tiempo equivocados, decidí soñar que vivo en el Paris de Venus, o en el Edimburgo de Saturno y es que si uno no sueña, no llega, no viaja ni conoce las ciudades aunque este parado enfrente del letrero de "Bievenidos"
Siempre que digo quiero me dicen sueña y pues yo sueño y espero que se vuelva realidad. Me ha funcionado; en la mañana soñé con un café y lo obtuve y en estos momentos sueño con perderme en las lunas de Estocolmo y en un collar de piedras de colores. Soñaré las lunas y Estocolmo un poco más, pero el collar ya lo tengo puesto.
De chiquita soñaba con ser hippie y luchar por la paz.
De adolescente soñaba con haber vivido en la época de los sombreros.
Y ahora que no se exactamente que soy, vestida de hippie raro ensombrerada, sueño con encontrar el cielo y el mar que me corresponden, con los ojos que quiero a mi lado, un vestido hermoso y una tutsi pop de compañía.
Encantando a las lunas para que me cante y pueda dormir lejos de mi cama.
¿Alguien a visto mi sombra? ¿Mi color?
Tuesday, April 15, 2008
Crimen: Asesinato
Confesión de la asesina:
“Hoy maté a un chicharo.
Lo tomé con la yemas de mis dedos
y en un segundo de ira intensa
de locura y frustración: lo apreté.
Lo apreté fuerte y con ganas hasta que las yemas de mis dedos se volvieron a juntar.”
El doctor digo:
“El chicharo murió, no sin antes explotar.”
Una zanahoria opinó:
“Fue culpa de él, eso le pasa por ser tan verde, tan pequeño y tan blandito.”
La madre (del chicharo): lloró
Y la asesina no se inmutó…una loca sin duda.
Cada pétalo me pide que lo arranque
que le arranque la verdad que lo esclaviza.
Cada flor me pide a gritos que la mate
y la hortaliza que la cosa y con vinagre me la coma.
Los árboles frustrados por no poderse suicidar
empiezan a tirar columpios
ramas
tristeza.
El verde ya no quiere existir en un mundo tan negro
no por los colores sino por los ojos cerrados.
Esos ojos que se niegan a mirar
que no quieren arrancar verdades de los pétalos
que no quieren llorar la muerte
de las flores
que no comen porque engordan.
Ese verde se despinta.
La lluvia.
El rocío.
El dolor.
La transparencia.
Saturday, April 12, 2008
Hoy me vestí de amarillo. Y es que estoy de humor amarillo. Como con ganas de reírme y ganas de volar mientras leo un buen libro. ¿Cine? A lo mejor pero más tarde. Me cortaré el cabello y lo haré más amarillo. Todo es porque hoy me siento amarilla. Me comeré el pastel de queso con fresas que hay en mi refrigerador e iré por un café muy grande o mejor té, que es más amarillo que el café. Hoy le cambie el agua a mis alcachofas y medio arregle mi cuarto. El próximo fin no estaré y entre semana esta prohibido arreglar los cuartos. Me probé el vestido café que usaré en la boda de mi prima. Los zapatos son dorados.
¿Qué más puede hacer una que siente amarilla?
¿Ir al parque a caminar y por un helado de limón?
Si como limón, me sentiré un poco cítrica, pero el helado es rico y el amarillo no cambiará, no es como si me comiera el limón limón.
En la noche tengo ganas de sentirme morada, pero esto de los colores y de los humores es algo que no puedo controlar.
Ayer fui blanca con puntitos negros en el vestido. Baile mucho, como loca, sintiendo cada nota y sin importarme que podría estar pensando el ser humano parado a mi derecha. Ayer me divertí y por eso hoy soy amarilla.
¿Qué es la poesía?
Es el mundo visto desde los ojos del poeta.
¿Quién es el poeta?
El que grita lo que sus ojos ven.
Aquel loco que anda por la vida imaginando
Colores y sabores
La historia de la gente.
Aquel a quien todo le duele
Y todo le da risa
El que siente.
No cualquiera es poeta
No todo es poesía.
A los ojos de que escribe
En cada línea.
A los ojos del que pinta
En cada gota.
A los ojos del que canta
En cada nota.
¿Qué es la vida?
¿quién la vive?
¿Acaso vive más y más intenso
El pájaro a la hormiga?
¿Quién disfruta más?
¿Quién soy yo? ¿ Acaso soy un sueño que alguien mas esta soñando?
¿Acaso soy el cuento que una madre esta contando?
O soy la DO o el RE de la canción que esta sonando.
Ayer alguien conoció el color que no se ha visto
Y el sonido del silencio
Y las palabras de un idioma perdido.
Ayer alguien voló por otros cielos
Las sirenas le decían:
¡Baja, baja en el mar hay maravillas!
Ayer alguien sintió lo que nadie ha sentido
Y lloró las lágrimas que nadie ha tenido
-Jajajaja
¿Escuchas? Esa risa es de alguien
Esa risa ya no existe
Esa risa no fue tuya
Sueña lo que nadie mas ha soñado
Ve y corre
Y cuenta el pasto y el sabor de aquel color
Escribelo y píntalo
Cántalo y grítalo
Sácalo a donde yo lo pueda ver
Y así poder contarle al sueño que yo sueño
Que en el sueño de alguien mas
Los árboles son verdes
Y el cielo es azul.
Friday, April 11, 2008
hoy no quería escribir.
hoy no quería mentir, llorar, bostezar
hoy no quería salir
dejar mi cama, mi sillón y mi pijama.
hoy no quería hacer nada.
no quería recordar (te)
no quería llorar (te)
pero al no saber controlar mi ojos ni mi mente
hoy escribo mientras lloro recordando que te fuiste.
ni siquiera la luna sabe tu nombre, yo lo olvide...
o será qué sólo fuiste un sueño
uno hermoso
uno que hoy bajo el sol anhelo.
Monday, April 7, 2008
Con la maleta en la mano
Camino
Corro en círculos.
Con la maleta en la mano
La carta ya esta escrita.
Mis ojos quieren ver
Otras luces, otras sombras
Mis pies quieren otro pasto
Mis manos otras manos.
El café no sabe
El agua ya no sacia.
Con la maleta en la mano
Me pongo los zapatos
Calcetines no, porque son chanclas.
Me voy
Corro
Camino
Cantando canciones de viajes
Con un libro en la bolsa
Música
Dinero (poco)
Y la maleta cerrada
¿por qué no dejo de girar?
Me voy
Quiero
sí, pero...
¿a dónde?
Friday, April 4, 2008
Ahora mi versión
La alcachofa
Es verde
Y cuando florea
Es algo así como morada.
Tiene hojas
Que se comen con mostaza.
Mis ojos
Son verdes
Y cuando me sueño
Mi cabello
Es algo así como morado.
Tengo piel
Y me gusta la mostaza.
La alcachofa
Fue mujer en tiempos de Zeus
Yo
Y esto lo se
Fui alcachofa en tiempos de alguien.
La alcachofa es verde
Yo morada.
Flores moradas del camino.
Cynara nació blanca.
La alcachofa
es hija
La mujer da frutos
La alcachofa florea
Las mujeres
Son flores moradas
Que se peinan
Y dan fruto.
La alcachofa es verde
Igual que los ojos
Del fruto de mi madre.
La mostaza…
Sólo complementa
Un vestido amarillo
Dentro de ojos verdes
Y cabellos que se sueñan
Morados.
Pablo Neruda
La alcachofa
de tierno corazón
se vistió de guerrero,
erecta, construyó
una pequeña cúpula,
se mantuvo
impermeable
bajo
sus escamas,
a su lado
los vegetales locos
se encresparon,
se hicieron
zarcillos, espadañas,
bulbos conmovedores,
en el subsuelo
durmió la zanahoria
de bigotes rojos,
la viña
resecó los sarmientos
por donde sube el vino,
la col
se dedicó
a probarse faldas,
el orégano
a perfumar el mundo,
y la dulce
alcachofa
allí en el huerto,
vestida de guerrero,
bruñida
como una granada,
orgullosa,
y un día
una con otra
en grandes cestos
de mimbre, caminó
por el mercado
a realizar su sueño:
la milicia.
En hileras
nunca fue tan marcial
como en la feria,
los hombres
entre las legumbres
con sus camisas blancas
eran
mariscales
de las alcachofas,
las filas apretadas,
las voces de comando,
y la detonación
de una caja que cae,
pero
entonces
viene
María
con su cesto,
escoge
una alcachofa,
no le teme,
la examina, la observa
contra la luz como si fuera un huevo,
la compra,
la confunde
en su bolsa
con un par de zapatos,
con un repollo y una
botella
de vinagre
hasta
que entrando a la cocina
la sumerge en la olla.
Así termina
en paz
esta carrera
del vegetal armado
que se llama alcachofa,
luego
escama por escama
desvestimos
la delicia
y comemos
la pacífica pasta
de su corazón verde
Me emocioné demasiado