Sunday, May 4, 2008

Nunca supe su nombre…

Fueron las cuerdas
Tú no. Las cuerdas.
Las cuerdas que sonaban por el roce de tus dedos.
Tú no. Los dedos.
Fue el sonido. Vibraciones. Fueron tus ojos.
Tú no. Las vibraciones. Tus ojos.
Ojos que me veían mientras tu boca cantaba.
La boca.
La mía.
Un roce de aire.
Fue el sonido que me hizo voltear.
Fueron las cuerdas las que me hicieron vibrar.
Tus ojos, tu boca…
Fue el aire el que me hizo llorar.

¿La canción?
nunca la volví a escuchar.

2 alcachofazos:

V said...

Muy...sintético...




Pero con propósito...



¡Saludos!

Ceteris Paribus said...

Lindas imágenes de cuerdas y sintonías... definitivamente un regalo de la vida.