Saturday, May 17, 2008
Los días nunca son normales. Una amanece rosa y se va dormir azul. La sonrisa es distinta, los zapatos cansan, el café mancha la blusa. Llueve. Llueve y el paragüas bien gracias colgado en el perchero de un cuarto seco. Tantas cosas que hacer y no me decido a hacer nada. Estoy cansada de soñar tan poco y ahora que necesito del sueño despierto y pasarlo a letras… me cuesta. Me cuesta porque quiero arreglar el cajón de calcetines, cajón que guarda todo menos eso, calcetines. Los calcetines son tan de uno, tan propios, que merecen un cajón sólo de ellos. Los días son siempre distintos porque hasta la aburrición es diferente. La gota de la lluvia cae en mi cabeza, se desliza por mi frente y nada entre mis ojos hasta llegar a la nariz, lugar donde decide saltar. Saltar y explorar el mundo. El día de esa gota no fue normal, dudo que haya planeado aterrizar en mi cabeza y seguro decidió saltar hasta el ultimo segundo de nariz.
Labels: calcetines, gotas, lágrimas
2 alcachofazos:
Pues ando por aqui de chismosa. Me gusto este. esta forma de contar la cosas como a travez de la mirada de una niña. Al final son las cosas que mas vale la pena apreciar.
hola Mariaaaa!!!
No mms me rayo este texto ! te ame a ti y a tu ambiente!! me hizo sentir las palabras que necesitaba escuchar , ya estuve usmeando tu blog y esta d webzz!! un bso niña a ver cuando t veo teporinga! atte diana murguia
Post a Comment